5 de marzo de 2012

Resumen del Foro "Políticas de nueva generación"



El Foro sobre “Políticas de nueva generación contra la pobreza y las desigualdades: los servicios de atención a la primera infancia y la incorporación de las mujeres pobres al mercado de trabajo” se llevo a cabo en la sede de la Escuela de Humanidades de la Universidad de San Martín el día 24 de Octubre de 2011 en la ciudad de Buenos Aires.


Este Foro se enmarcó en el Proyecto "Fortalecimiento de Estrategias para la Intervención Social en Temas de Género y Pobreza" implementado por la Universidad Nacional de San Martín en conjunto con la Asociación Civil Nueva Ciudadanía. El mismo se desarrolla en el ámbito de la Unidad Ejecutora de Programas con Financiamiento Externo de la Dirección General de Cooperación Internacional de la Cancillería Argentina, con fondos aportados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y con el auspicio de ONU-Mujeres.


La coordinación del evento fue realizado por el Observatorio de Género y pobreza, iniciativa de la A.C. Nueva Ciudadanía que reúne a investigadoras/es de distintas universidades nacionales y que cuenta con el apoyo de UNFPA desde el año 2007, tiene como objetivo fortalecer el tratamiento de la pobreza desde una perspectiva de género.

El foro tuvo como objetivo instalar en la agenda pública temas relacionados con las desigualdades de género y pobreza creando espacios de encuentro para la solución de los mismos. Convocó a reconocidos expertos de la educación, la infancia, el género, la pobreza y las políticas sociales e invitó a debatir e intercambiar opiniones y experiencias a actores sociales, estudiosos y decisores políticos.


Fue la Coordinadora del Observatorio de Género y Pobreza, Virginia Franganillo la encargada de abrir la sesión: “Convocamos a este foro con la convicción que de incluir la perspectiva de género en el tratamiento de la pobreza y las desigualdades significará una herramienta muy poderosa para erradicar y disminuir este flagelo. Los temas que trataremos son principalmente la necesidad de planes masivos de creación de servicios para la primera infancia y también la promoción de las mujeres pobres al mercado de trabajo. Las acciones para lograr este objetivo es llevar a cabo foros de debate con expertos, referentes de políticas públicas y actores sociales. Acciones de lobby y sensibilización dirigidos a decisores políticos y líderes de opinión y acciones de comunicación y de prensa”.


A continuación se presentaron los expertos participantes, Rosalía Cortes, socióloga y destacada investigadora de CONICET, docente actual en FLACSO, fue la primera en abrir la mesa con el tema de mercado de trabajo, género y pobreza. Problematiza desde las políticas públicas el mercado de trabajo femenino, en donde la fuerza urbana dentro de los sectores de bajos ingresos tiene un estancamiento en la actividad económica de las mujeres, básicamente en el 40% más pobre existe una caída del empleo, pero sobretodo una caída de la actividad, más de la mitad de las mujeres entre 15 y 65 años en los sectores del 40% más pobre son inactivas, es decir, ni trabajan ni buscan trabajo. Es necesario aclarar que en este rango de edades podemos encontrar mujeres inactivas con jubilación, el rango de las que son beneficiaras de este programa tuvo una gran ampliación pero aunque esta política impactó positivamente los ingresos de estos hogares, ellos siguen estando en el 40% más bajo, por lo cual el ingreso de la jubilación no logra contrarrestar el salario de los más pobres que se encuentran dentro de las áreas urbanas, esos hogares sin trabajo y con jubilación permanecen en la pobreza.


El déficit de mujeres en el mercado de trabajo formal se explica porque en las últimas décadas en las áreas urbanas aunque hubo un crecimiento de la participación femenina en el mercado de trabajo fue protagonizado sobre todo por mujeres con niveles educativos medianos y altos, demandadas sobre todo por los sectores de servicios públicos y privados y por el comercio. La participación de las mujeres con bajo nivel educativo, y más específicamente de aquéllas provenientes del segmento de hogares de bajos ingresos ha sido históricamente más baja.


Si bien ha habido un mejoramiento en los ingresos familiares existen diversos fenómenos que explican esta situación: por una parte, se ha insistido en el papel que cumplen las obligaciones de cuidado, y, por último, la escasez de demanda de trabajadoras con escasa experiencia laboral, baja educación y poca disponibilidad horaria. Desde todos estos puntos de vista, el papel de la política pública es central: tanto en la provisión de políticas educativas y de cuidado, como del fortalecimiento de esa oferta de trabajo subutilizada, a través de políticas activas de capacitación y empleo.


Por esta razón propone las políticas de empleo activas dirigidas a mujeres sin experiencia laboral y sin capacitación, ya que al tener en cuenta las cifras oficiales de quienes son receptores o beneficiarios activos de empleos vemos que solo existen entre los receptores de estos programas un 20% de mujeres.

Cerró su intervención proponiendo que las políticas que están dirigidas a eliminar la pobreza no pueden estar basadas en una división implícita hacia los varones y el mundo del trabajo y políticas hacia las mujeres en los hogares con transferencias vinculadas con las obligaciones del hogar y los hijos sino que hay que pensar en políticas de nueva generación que fusionen estos dos campos de la política social.

El segundo experto fue Agustín Salvia, sociólogo, investigador del CONICET, docente y director del programa de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina. Presentó un estado de situación dentro de los hogares argentinos en el proceso de reproducción social en condiciones de pobreza y su impacto en la infancia, los hombres y las mujeres respectivamente.

Analizó cómo la división social del trabajo y las desigualdades de género constituyen, imponen y reproducen mecanismos de pobreza, esta condición no permite construir una agenda que piense políticas universales, es necesario identificar estas diferencias que se encuentran entre hombres y mujeres, las cuales generan y producen desigualdad social, que a su vez, afecta directamente a los niños y niñas dentro de los distintos hogares.
La tercera experta, María Del Carmen Feijoó, socióloga, consultora de diversos organismos internacionales e investigadora del CONICET, analizó desde el diseño de las politicas publicas las cuestiones a tratar propuestas por el foro: derecho de las mujres, derechos de los niños, pobreza. Tal como esta el diseño de las politicas conceptualizó desde cómo está organizada la política publica los temas referentes al género, la educación en la primera infancia y el mundo del trabajo.
Resaltó la intersección en materia de diseño de politica pública que existe entre el derecho de la primera infancia y el derecho de la mujer que trabaja, allí se remite al tipo de cuidado infantil que fue provisto por los empleadores a lo largo de la historia. Esta denominación de licencias maternales y parentales tiene una deuda con todas las mujeres que se encuentran dentro del mercado informal del trabajo ya que estas políticas solo cubren a las mujeres que están en el mercado formal.

Su intervención cierra al plantear el problema que ni el modelo A: de protección ligada al mercado del trabajo vía prestaciones de las empresas o de los sindicatos; ni el modelo B: protección ligada a la oferta pública, comunitaria o la de las organizaciones sociales resuelve el problema de manera definitiva mientras el tema de los cuidados siga siendo definidas socialmente como tareas de las mujeres.

Propone políticas de conciliación que piensen el diseño de las políticas públicas desde una perspectiva en donde se puedan articular los derechos de los niños con los derechos de las mujeres, especialmente pensando en la lucha contra la pobreza. Se pueden articular niños y mujeres, vía la protección de las formales en el mercado de trabajo, y habría que ver niveles de cobertura, lucha contra la pobreza con transferencias en donde no se proteja únicamente a los niños bloqueando los derechos de las mujeres como sujetos autónomos.

El último experto en hablar fue Juan Carlos Tedesco, licenciado en ciencias de la educación, ha ocupado cargos en la UNESCO, fue Secretario de Educación en el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner. Ministro de Educación durante el primer periodo de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, actualmente se dedica a la docencia.

Su intervención se hace desde dos dimensiones: la política, es decir, desde la perspectiva de gestión del programa, y la segunda desde la dimensión sectorial que es la educativa, poniendo el acento en el valor de la educación inicial en los trayectos educativos.
En primer lugar reconocer el gran consenso que hoy existe respecto a los cuidados en los primeros años de vida ya que esto logra una mayor equidad en las trayectorias educativas posteriores y es en este sector de la educación donde la Argentina tiene niveles más altos de desigualdad.

Sin embargo, reconocer que en los últimos años el tema de la educación inicial en el país ha cobrado fuerza e importancia, lo sustentan las políticas activas que van desde las leyes que propone la obligatoriedad en la sala de 5 años, tanto para el Estado como para la familia a su vez que remarca la obligación que tiene el Estado en proveer estos servicios desde los 45 días hasta los 5 años.
Destaca que la oferta del cuidado en la primera infancia es un sector con una enorme heterogeneidad y que esto en algunos contextos constituye una riqueza y no un problema pues ante la diversidad de situaciones que tiene hoy la Argentina pensar que puede haber en la educación y el cuidado en la primera infancia una oferta única es un “sinsentido” por lo cual las políticas públicas tienen que darle lugar a esta diversidad.

Finaliza con la propuesta que debe ser el Estado el que establezca protocolos a los cuales tendrían que someterse estas instituciones de educación inicial que por más heterogéneas que sean puedan estar reguladas en sus requerimientos básicos.

El debate que se generó una vez finalizó la exposición de expertos estuvo centrado en los temas de: incursión laboral de las mujeres a salas maternales y jardines infantiles en el sector popular, esto con una adecuada capacitación; Se discutió la importancia en aprovechar los conocimientos y el capital que han generado las organizaciones comunitarias en el cuidado infantil para seguir en el desarrollo y crecimiento de este tema; Se abordó el tema de la inserción laboral de la mujer –en muchos casos precaria y mal remunerada- y cómo esto alimenta y reproduce patrones de desigualdad en el género y ahonda el problema de la pobreza dentro de las familias.

Tuvo un papel importante el tema de la Asignación Universal por Hijo, reconocida como política antipobreza que si bien mejoro el ingreso familiar, alivia a las mujeres en muchos casos empoderándolas, no está orientada a resolver las inequidades de género .Fue interesante en algunos casos esta política ayudó a darle un grado de formalidad a los jardines comunitarios, en el área de educación brindó un proceso de acompañamiento a todas las madres cuidadoras las cuales se encuentran ahora como educadoras con un reconocimiento desde el Estado.

Se instaló la necesidad de crear un banco de datos que recoja las distintas experiencias que existen en el país sobre educación inicial, esto serviría para incidir y crear políticas claras de atención integral a la infancia.

Esta sesión deja como resultado la necesidad de priorizar la creación de un programa masivo de servicios educativos para las edades de 45 días a los tres años, es el desafío. Se planteo la necesidad de crear un movimiento social que haga visible esta problemática. Otra, que esta no solo sería una política para erradicar la pobreza si no que afecta a amplios sectores sociales, que las cuestiones de las responsabilidades familiares, de “conciliación”, son responsabilidades del Estado, las empresas y los varones también, estos colaborarían a mejorar el desarrollo infantil, significaría un apoyo para las mujeres “liberando” fuerza de trabajo femenina y contribuiría a disminuir las brechas sociales y de género.

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